jueves, 20 de enero de 2011

Mi bufón



He descubierto en el camino habitual de mis paseos , un bufón nuevo. No es tan espectacular como los de la fotografía. Se trata de un agujero que el mar con su fuerza inexpugnable ha abierto en un campo cercano. Si la mar no está brava nadie se percata, pero hoy la fuerza del oleaje le hacía bramar y se podía oir el siniestro rugido como veinte metros antes de llegar. Apenas sale un poco de espuma que parece gaseosa, por eso creo que también los llaman sifones. El mar va  horadando y encuentra un respiradero, creo que esa es la explicación.
Me gusta acercarme temerosa y por muchas veces que ya lo haya hecho, la sensación de miedo se apodera de mí, sigue siendo la misma  al oir ese sonido tan ronco que viene de las profundidades, es como algo atávico. Me siento niña y la tentación de acercarme a algo peligroso me lleva allí una y otra vez.

1 comentario:

Andrés Glez. Déniz dijo...

La atracción fatal del abismo y el miedo a un mundo submarino desconocido o a la propia desaparición física. Sensaciones que se mezclan y nos dejan aturdidos.