viernes, 5 de noviembre de 2010

Necesidad de comunicación

Desde siempre he intentado la comunicación con algunas personas de una manera, a mi entender ahora, enfermiza. Yo diría que buscaba la comunión total, la transparencia, la identificación absoluta. Llegué a desear en algún momento que un ciego se enamorase de mí para que sólo la palabra fuese el vehículo de unión.
Anduve persiguiendo escritores a quienes leía con  una íntima satisfacción, creyendo a veces, que yo sola era capaz de comulgar con una idea o pensamiento suyo. Considero que la más intima creencia   de dios  al margen de otras especulaciones económicas o culturales, nace de esa necesidad  del ser humano. Durante un tiempo era un bálsamo poder creer que alguien estaba dentro de ti conociendo todas tus tristezas, amparándote, perdonando tus caídas .La individualidad es un fardo pesado a veces, pero nadie lee un libro de la misma manera que otro y eso a la vez te reconforta sabiéndote diferente. Es una contradicción humana buscar la identificación con otros  y al mismo tiempo no ceder en su propia individualidad.
Las esmeraldas tienen como los seres humanos su propia huella dactilar que son las inclusiones; sea otro mineral, un líquido, un gas o las tres cosas en una misma gema Pulidas y facetadas todas nos muestran su brillo y su aparente transparencia , pero esconden su intimidad , su génesis, su verdadera historia y no hay dos iguales.
Mirar una esmeralda en un microscopio es como bucear en su alma y esa es para mi mayor belleza que su maravilloso color y el refulgir de su talla.

"Al final de este día queda lo que quedó de ayer y quedará de mañana: El ansia insaciable e innúmera de ser siempre el mismo y otro"
Pessoa