viernes, 10 de diciembre de 2010

Balcones abiertos

El ermitaño subía a la montaña y allí moraba lejos de la existencia mundana, como Zaratustra, como el barón rampante de Italo Calvino, a veces nos apartamos de las gentes  y nos cobijamos en nuestra soledad o nos recreamos en ella. Nos sentimos altos, prepotentes incluso de nuestra decisión . Creo que no es sabio por mucho que sea común en los sabios, por eso hoy pienso que es mejor dejar los balcones abiertos .