martes, 31 de julio de 2012

Sopa con alma


La historia que me contó una compañera un día que por algún motivo  las sopas de menudillos eran tema de conversacion, me llegó al alma nunca mejor dicho.
Hablábamos de comidas de la infancia y ella me relató lo que un día ocurrió en su casa. Al parecer ella  y su hermano siempre discutían por el corazón del pollo que ambos se querían comer con la sopa y que evidentemente sólo había uno . Un día que su hermano llegaba más tarde a la mesa  por algún motivo, ella dispuesta a hacerle de rabiar le espetó que ya se había comido el corazón. Ante el gran berrinche  que cogió  su hermano, la madre le llevó a la cocina  y cuando regresó al comedor satisfecho y orgulloso le gritó a su hermana: !Ja, tú te has comido el corazón, pero mamá me dio a mi el alma!
Mi amiga nunca supo que era lo que su madre le habría metido dentro de su sopa, pero a mi me impactó la imaginación y los recursos de aquella madre dispuesta a equilibrar la balanza.