lunes, 7 de marzo de 2011

Los hijos de Leonid Pasternak

Mientras veo la película del doctor Zhivago en la televisión y disfruto con cada detalle, con cada frase, con cada mirada de Omar Sharif  , recuerdo,  que durante un tiempo lejano ya, siempre decía que esta era mi película favorita. En contra de lo que suele ocurrir, esta segunda vez la estoy viviendo con la misma intensidad y me viene otro detalle a la memoria que puede que no todo el mundo sepa y que yo aprendí en un viaje a Oxford de donde me traje de un museo,  una postal de un pintor que fue el padre del premio nobel , para mi fue todo un descubrimiento. Me sorprendió encontrarme con este cuadro pero no sé quien de los dos es Boris.
Leonid Pasternak vivía en Berlin y era judio, así que con la entrada de los nazis se tuvo que marchar  a Inglaterra muriendo en Oxford. He buscado algunos cuadros suyos en la red y he encontrado este que yo tengo en la postal que quien sabe donde andará, quizás metida entre las hojas de un libro. Y bueno, ahora me voy a seguir viendo la película que ya escucho  la música que es como un regalo del pasado.




Cólico existencial

Encontrar sentido a la vida , me pregunto en esta tarde como en muchas otras ,desde mi tierna infancia. Es absurdo ya lo sé. Hay muchas respuestas de los "sabelotodo" . Te dicen que debes encontrarte a ti mismo, vivir el instante; el famoso carpe diem, encontrar a dios, ayudar al prójimo...Si, sí todo eso está muy bien, pero son remiendos para el gran desgarrón del ser que encuentra de pronto la nada , esa nada que tratamos de rellenar con recetas varias. Pero no se trata de eso. Puedo sentirme feliz , agusto en muchos momentos con la vida y eso no evita que de vez en cuando me asome a ese agujero vacio, a ese interrogante sin respuesta y a fuerza de contemplar el abismo sólo quede la resignación , la constante vital de saber que uno no es nada , que el primer porqué de la vida no tiene respuesta y que quizás lo más humano del hombre es que se ha hecho muchas veces la misma pregunta desde los orígenes más remotos. No vale la pena sentirse mal, volvamos a lo cotidiano. Hoy de nuevo me asaltó el cólico existencial, qué le vamos a hacer , quizás sea síntoma de una última juventud.