miércoles, 12 de noviembre de 2008

Mirada aciaga

Llovía con fuerza y en la habitación el calor era asfixiante. Su cuerpo estaba también muy caliente y la respiración agitada. Escuché la palabra neoplasia,cloruro mórfico y a los pocos minutos el cuerpo se quedó frío como los cristales de la ventana. Sus cuarenta y pocos años y sus hijas tan niñas , tan huérfanas, abrazadas en un sollozo . La madre, el todo gigante de su corta historia adolescente en breves instantes cubierta con una sábana.
Que no se la lleven! Ya se ha ido! Se retiran las sábanas, la cama vacía la ventana abierta, la lluvía sigue, la vida ,esa otra gota que la tierra se traga.