viernes, 27 de marzo de 2009

el blog muerto


Me he preguntado cuánto tiempo debería de estar un blog sin ser alimentado por sus entradas antes de llegar a fallecer por inanición. Puede ocurrir como con el apetito, que a base de no comer, cada vez se tiene menos hambre y se nos “cierre el estómago”.
Y en caso de óbito ¿a dónde irá a parar? ¿Existirán blogotecas para consulta de generaciones futuras? O se enterrarán como residuos radiactivos en los fondos de estos infinitos océanos navegables. Puede que sean incinerados en las redes y que tal vez un día escribiendo un email, una palabra calcinada y caprichoasa se obstine en revolotear entre algún renglón .
Lo cierto, es que cuando sigues un blog y ves que no ha habido movimiento en varias semanas, te haces preguntas, sientes cierta desazón por el hecho de no saber nada de quien nunca has sabido, pero que te alimentaba, te nutría de una pequeña alegría, como si de un reencuentro inesperado se tratara.

4 comentarios:

Cabopá dijo...

¡holaaaaa estás ahí! "revolotear entre renglones" me gusta esta expresión... me recuerda cuando en la escuela haciamos caligrafía...Muchas gracias por tu visita y tu seguimiento.¡Qué bonito es comunicarse de N-S o S-N.Entcantada de conocerte no desanimes y no dejes que muera este cuaderno de libre expresión.Besicos murcianos.

El catacaldos dijo...

Cierto es que aquellos a quienes leemos en sus bitácoras nos parecen personas dignas, al menos, de nuestro respeto y admiracion, y el hecho de no saber nada nuevo de ellas nos deja un poso de decepcion.

Es casi como perder un amigo, sus comentarios mordaces, su perspectiva tan diferente...

Como bien dices nos nutrimos de ellos, de sus post tan sorprendentes a veces, hablando de temas que nunca se nos habían pasado por la imaginación, o simplemente contando cosas que nos arrancan un gesto de afirmacion.

Un fuerte abrazo y enhorabuena por tu blog.

El gato

Fernando García-Lima dijo...

Todo el mundo pasa por épocas y proyectos. Y si un proyecto, como un blog, no da más de sí, pues mejor dejarlo tranquilito. Ahora: está bien, al menos, decir adiós.

Encantado de conocerte :-)

PSYCOMORO dijo...

¿Has pensado que es posible que los blogs vivan sin nosotros? Quizás siguen activándose entre ellos, publicando comentarios y posts que los mantienen en una ténue pero definitiva no vida que nos supera; en ese mundo tan extraño, habita cuanto queríamos saber de nosotros mismos pero nunca llegaremos a descubrir.

Quizás en ese espacio donde los blogs se actualizan cada día vive lo que siempre habíamos pensado que llegaríamos a ser pero que sólo ellos conocen.

Besos y felicidades, de nuevo.